Una de las políticas anacrónicas de EEUU, quizás la más persistentemente sostenida por el imperio en su virulencia obsesiva contra la valiente isla rebelde, el bloqueo contra Cuba persiste.

El presidente chauvinista Donald Trump renovó, como hacen los gobiernos de turno de EEUU, la "Ley de Comercio con el Enemigo", de 1917, que sostiene este crimen.

Entidades de la paz y personalidades dedicadas a la causa de la justicia rechazan la continuidad de esa infamia, a ser debatida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre.

El movimiento internacional de la paz, compuesto por fuerzas populares y diversas personalidades comprometidas con la lucha por un orden mundial democrático, como el Consejo Mundial de la Paz, ha insistido en la denuncia contundente del bloqueo criminal impuesto por EEUU en 1962 contra Cuba revolucionaria.

El bloqueo es una repugnante injerencia en la política doméstica y en los rumbos defendidos por el pueblo cubano en valiente resistencia y en altiva construcción de un sistema sociopolítico y económico más justo y defensor de la emancipación nacional y humana.

El bloqueo es una política anacrónica, retrógrada y ofensiva que nunca debería tener lugar en el concierto de las naciones. Es evidente que sólo países imperialistas podrían apoyar una agresión de tamaña proporción y persistencia contra una nación para castigarla por su altivez y posición de combate a un sistema de explotación, opresión y dominación, por defender su soberanía, por apoyar a los pueblos que lucharon y luchan por su liberación y por promover un orden internacional de cooperación y amistad.

En 2017, tal hecho quedó patente con la votación en la Asamblea General de la ONU que casi por unanimidad rechazó el bloqueo - con los votos contrarios a la resolución sobre el tema apenas de EEUU y de su aliado, o cómplice, Israel.

En las próximas semanas Cuba debe una vez más, como ha hecho hace más de dos décadas, levantar la discusión en la Asamblea General. Cuba expondrá las consecuencias nefastas de los más de 50 años de bloqueo y del intento persistente de aislamiento del pueblo cubano y sofocamiento de su economía para precipitar, como Estados Unidos hacen en tantos otros países, el derrocamiento del gobierno revolucionario. La resistencia del pueblo cubano a tanta presión y agresión no sólo ha mantenido como también profundizado los rumbos de la revolución, como vemos en la reciente discusión democrática, soberana y popular sobre la nueva Constitución del país.

Amiga de los pueblos que luchan en todo el mundo por la paz, la justicia y el desarrollo, Cuba sigue inspirando a las fuerzas democráticas y amantes de la paz y debe recibir más apoyo para derribar de una vez por todas el bloqueo con que el imperialismo intenta detener la revolución.

La responsabilidad criminal de los sucesivos gobiernos estadounidenses por los efectos catastróficos, aunque no hayan sido suficientes para doblegar la voluntad del heroico pueblo cubano, debe ser denunciada.

Por el fin del bloqueo estadounidense a Cuba, el cierre de la base militar y centro de torturas de EEUU y la devolución del territorio de Guantánamo a sus dueños legítimos, ¡ya!

Socorro Gomes,

Presidenta del Consejo Mundial de la Paz