Con revuelta e indignación una vez más denunciamos las amenazas proferidas contra la Venezuela bolivariana y soberana, de esta vez desde la plataforma de la Organización de Estados Americanos (OEA). El domingo, el secretario general de esta institución servil al imperialismo estadounidense Luís Almagro, dando eco al discurso criminal del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que no se debe descartar la "opción militar" contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.

El Consejo Mundial de la Paz y diversas fuerzas democráticas en todo el mundo repudiaron las amenazas de Trump y manifestaron repetidamente su oposición resuelta al acoso coordinado entre varios gobiernos de la región serviles al imperialismo estadounidense contra Venezuela, creando el ambiente de guerra entre países hermanos.

Que Almagro haya hecho declaraciones similares a las de Trump, desde Colombia, donde estaba de visita, y representando a la OEA, son muestras de cómo las preocupaciones detrás de tan indignante, injerencista, agresiva e irresponsable sugestión de una "opción militar" son contrarias a la promoción de la paz o del diálogo. Se quedó patente su obsesión cuando el secretario general dijo que no descansará hasta derribar al gobierno de Maduro, un gobierno legítimamente elegido por su pueblo.

Como de costumbre en otras intervenciones que destruyen países y víctimas de los pueblos en tantas regiones, Almagro alegó que tal agresión sería justificada para contrarrestar las "violaciones de derechos humanos", valiéndose de banderas tan caras a las fuerzas progresistas. Todavía no son más que pretextos del imperio en sus invasiones devastadoras o promoción de golpes para la instauración de dictaduras o regímenes subservientes, de los cuales millones de personas fueron víctimas en historia tan reciente en la región.

El gobierno colombiano ha servido fielmente a Estados Unidos, intensificando su antagonismo contra el gobierno venezolano, además de otros gobiernos serviles al imperialismo estadounidense, que se han unido para atacar a Venezuela bolivariana por todos los medios. Tales medios incluyen las guerras mediáticas y financieras, el intento de aislamiento, la difamación, la desestabilización y el fomento de las crisis internas para inflamar una animosidad y provocar el derrocamiento del gobierno.

Pero el pueblo venezolano se resiste. Insiste valiente en la defensa de la soberanía popular y nacional, de la democracia y del compromiso con la justicia social que marca la Revolución Bolivariana. De ahí la desesperación de las fuerzas reaccionarias y de la oligarquía nacional antipatriótica y antidemocrática, que apelan a cada vez más extremas agresiones.

El Consejo Mundial de la Paz y todas las fuerzas progresistas y democráticas refuerzan su solidaridad con el pueblo venezolano y denuncian el intento de promover la guerra en América Latina.

¡Por la soberanía y la paz, por el fin de la injerencia y de las agresiones contra el pueblo venezolano! ¡No toquen a Venezuela!

Socorro Gomes,
Presidenta del Consejo Mundial de la Paz