Socorro Gomes: Es necesario defender el diálogo soberano y la paz en Nicaragua contra la injerencia extranjera

Tuesday, July 31, 2018

La escalada de la crisis en Nicaragua ha atraído redoblada atención de las fuerzas populares y de la paz en América Latina y el Caribe y en todo el mundo. Se han puesto de manifiesto los contornos de la injerencia externa, en particular, estadounidense, en la disputa política doméstica que, de reivindicaciones legítimas en el plano económico ha escalado a la violencia que hoy se verifica en las calles, a pesar de los llamamientos del gobierno del presidente Daniel Ortega por el diálogo y de los compromisos que hizo.

Por Socorro Gomes*

Hace mucho que rechazamos la injerencia estadounidense en las disputas domésticas en diversos países en todo el mundo, cuyo motivo ampliamente conocido es el intento de imponer el cambio de gobiernos, promoviendo la toma del poder por grupos más favorables y subordinados a su agenda, directa o indirectamente. Parte de una jugada geopolítica de mayor alcance, son evidentes los contornos de esa injerencia en América Latina y el Caribe, donde esta política ofensiva se ha fortalecido.

Como en el caso de Venezuela, Honduras, Paraguay, Brasil y otros, Nicaragua, escenario de un proceso emancipador histórico liderado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), siempre estuvo en la mira del imperialismo estadounidense, que no ahorró esfuerzos para patrocinar y armar fuerzas contrarrevolucionarias en la década de 1980 y, más recientemente, conservadoras y reaccionarias. Estas a su vez han recurrido incluso a grupos paramilitares y de seguridad privada.

El objetivo es derribar un gobierno legítimamente reelegido hace apenas dos años, con masivo apoyo popular, chantajeándolo y demandando la anticipación de las elecciones previstas para 2021.

Inflamar tensiones en las calles y alimentar alegaciones de que los gobiernos atacados son autocráticos o corruptos son algunas de las más evidentes tácticas del imperialismo estadounidense y de las fundaciones que cumplen su agenda, financiando y promoviendo determinadas fuerzas nacionales en numerosos países, con el propósito de desestabilizar a las naciones.

También están involucradas en esta trama otras fuerzas que se rinden al calor del momento y se olvidan del análisis estratégico necesario para la preservación de la soberanía nacional y popular ante la crisis.

Debemos saludar la iniciativa del gobierno de Ortega de hacer compromisos ante las reivindicaciones de la oposición y su insistencia en el llamamiento al diálogo nacional, sin precondiciones que violen la soberanía popular del voto para el progreso de las conversaciones.

Mientras expresamos nuestro profundo pesar por las víctimas de la violencia, apoyando la investigación de los episodios, debemos manifestar repudio a las fuerzas provocadoras de la desestabilización del país, rechazando en los más firmes términos lo que se evidencia como otro intento de golpe de estado en la región. Este intento es parte de la cacería a las fuerzas progresistas o defensoras de las soberanías de sus naciones en toda América Latina y el Caribe.

La solidaridad al pueblo nicaragüense, en defensa del diálogo nacional soberano, se traduce en el refuerzo de la lucha por la paz en Nicaragua y en toda América Latina.

*Socorro Gomes es la Presidenta del Consejo Mundial de la Paz